viernes, 12 de diciembre de 2025

Puertas giratorias a la española y plutocracia yanqui


El término puertas giratorias es muy español, como los toros y el flamenco: se trata del movimiento frecuente de personas entre altos cargos públicos y puestos lucrativos en el sector privado, especialmente en empresas que antes regulaban o supervisaban, creando un riesgo de conflictos de interés y captura de políticas por intereses privados. Algo totalmente inmoral.

Felipe González fichó por Gas Natural (ahora Naturgy) y Aznar por Endesa. Beatriz Corredor exministra de vivienda (PSOE) fue nombrada presidenta del grupo Red Eléctrica de España, en sustitución de Jordi Sevilla, también del PSOE. Isabel González Tejerina y Fátima Báñez, las dos del PP, y Ángel Acebes también del PP, ficharon por Iberdrola.

Endesa también tuvo en nómina a Rodolfo Martín Villa (UCD), Elena Salgado (PSOE), Pedro Solbes (PSOE) o Luis de Guindos (PP)...

... No solo las eléctricas fichan políticos

Obviamente, las empresas relacionadas con la generación, distribución y comercialización de la electricidad no han sido las únicas en acoger a políticos tras su salida de la función pública. Bancos, telecos, constructoras o aerolíneas también han seducido a antiguos representantes de la ciudadanía. 20Minutos...👈

Una empresa puede contratar a quien le salga de los cojones según la teoría del libre mercado. Aunque estas contrataciones son moralmente reprochables, gracias al planteamiento capitalista son aceptables. Lo que tratan las empresas es tener muy cerca el poder político, porque se supone que estos expolíticos pueden tener algún tipo de influencias en sus partidos y dentro de los gobiernos, algo lógico. Así es como funcionan las oligarquías españolas.

En EE. UU., el sistema plutocrático funciona de otra forma mucho más destructiva de la democracia. El Gobierno de Trump nombró a multimillonarios dentro de su Gobierno, pero aún así...

... La comunidad empresarial siempre ha ejercido una gran influencia en la política estadounidense, aunque sólo sea a través del coste de las campañas electorales. Ya en 1901, Theodore Roosevelt, Presidente de Estados Unidos de 1901 a 1909, entró en guerra contra la influencia de los barones ladrones, los industriales y financieros que dominaban la vida económica y política del país. Franklin Roosevelt retomó la lucha durante su presidencia (1933-1945). Desde el auge del neoliberalismo, marcado por la elección de Ronald Reagan, la «cooperación» con las comunidades financieras y empresariales ha sido cada vez más estrecha.

Con Donald Trump, sin embargo, se está produciendo un verdadero cambio de naturaleza. Ya no es el capitalismo financiero vigente desde los años ochenta el que domina. Ya no son las grandes instituciones de Wall Street, como Goldman Sachs y JPMorgan, ni los poderosos industriales como Bechtel, quienes envían a algunos de sus dirigentes a puestos ejecutivos clave. Estamos asistiendo al nacimiento de una plutocracia dominada por multimillonarios independientes, que trabajan únicamente para sus propios intereses y están a punto de hacerse con el control directo del Estado. Sin Permiso...👈


Las puertas giratorias españolas, son un juego de chiquillos comparado con el sistema oligárquico yanqui. Para el abstencionista Antonio García-Trevijano Forte, el sistema democrático ideal era el de Estados Unidos, que es cualquier cosa menos una democracia, y no porque Trump sea un sátrapa, que lo es, sino porque las oligarquías capitalistas tienen mucho poder de influencia en la política estadounidense. Y esto nunca será un sistema democrático. Así que ríete tú de las inmorales puertas giratorias hispánicas. Si usted querido lector tiene pensado votar hágalo, porque no existe la democracia pura y de todos los partidos que se presentan, seguro que habrá alguno menos malo de los que ahora están arriba en la intención de voto, me refiero al PSOE y al PP, claro.