viernes, 14 de junio de 2024

Hasta los huevos de la extrema izquierda y alrededores (primera parte)

 


La filosofía anarquista es algo que mucha gente de izquierdas firmaríamos, pero que debido a que el ser humano es corrompible, jamás podría ser un sistema válido, porque al desaparecer el Estado, y con él los sistemas coercitivos, que al fin y al cabo, nos defienden de los agresores externos, cualquier nación se convertiría en un caos donde preponderaría la ley del más fuerte. En el viejo Oeste, cuando los estados estaban por conformarse en EE. UU., nació la figura del sheriff para defender a los pacíficos ciudadanos de los salvajes pistoleros. Vale que Hollywood ha mitificado mucho el origen de los EE. UU., pero imaginemos aquellos pueblos de colonos yanquis que mal funcionaban como una ciudad sin ley, o con la ley del más fuerte.

Los Estados son necesarios, junto a sus leyes y los encargados de que se cumplan dichas leyes. Obviamente el Estado perfecto no existe, pero la nación sin estado es un proyecto inviable. ¿Qué pasa si menganito viola a mi hija? Quien iba a impartir justicia. ¿Me tendría yo que tomar la justicia por mi mano? Y si a una majadero un servidor no le cae bien y se lía a hostias con un servidor, ¿me tendría que comprar un arma para defenderme?

Durante la Guerra Civil las colectivizaciones funcionaron bien en algunos lugares, y en otros no tanto. Existieron supuestos anarquistas no dispuestos a compartir el producto del trabajo de su colectivo con el resto de personas que tenían también que comer. Esto no es una elucubración mía, solo tenemos que leer el libro de Ronald Fraser, Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, donde a finales de los años 70, el autor recogió un amplio abanico de testimonios de protagonistas de la II República y la Guerra Civil. Hay una reedición de 2023 de dicha obra. El ser humano es fácilmente corruptible. 

Las colectivizaciones durante la Guerra Civil se impusieron a sangre y fuego. Al igual que comunistas y socialistas, los anarquistas no tenían dificultad en cometer asesinatos. En las sacas de Paracuellos hubo implicados de la CNT, junto a comunistas y socialistas. Al final de la Guerra Civil los anarquistas apoyaron el golpe de Estado de Casado. Y durante la II República se mataron entre ellos mismos y entre la UGT. Pongamos algunos ejemplos de la competencia violenta entre la UGT y la CNT:

10-I-1936: a las 18:30 horas volvían a su domicilio tras haber acabado su trabajo en una obra de la calle Modesto Lafuente de Madrid los hermanos Agapito y Gregorio Martín Fernández , de 32 y 35 años respectivamente, cuando en la calle Villamil fueron tiroteados, muriendo el primero y quedando el segundo herido de gravedad. También fue herido Felipe García Lacalle, de 20 años, soltero, de profesión albañil, con domicilio en Tetuán de la Victoria, y afiliado a la CNT, del que se sospecha se disparó accidentalmente tras haber atacado a los dos obreros. Gregorio Martín declaró que hacía pocos días se habían afiliado a la UGT y la mayor parte de los obreros de la obra en la que trabajaban eran de la CNT (El Siglo Futuro, 11-1-1936, p.15). Cifras Cruentas, Pág. 392

O se mataban entre ellos mismos:

17-XI-1933: muere en Vallecas (Madrid) el obrero de la CNT José Bielma a manos de su compañero de sindicato Manuel Gálvez (La Humanidad,18-XI-1933, p.2) Ibidem, Pág. 350

Aquí matándose los chicos de la FAI y los de la CNT, o sea, entre ellos mismos:

23-X-1932: unos obreros de la construcción del sindicato faista de Sabadell no respetaron el acuerdo del reparto del trabajo  y fueron agredidos por los partidarios de la Federación Local, resultando muerto el faista Francisco Fournier Cobo por el pistolero cenetista Saturnino Nicolás (a) Lino y resultando dos heridos (La Vanguardia, 26-X-1932) Ibidem, Pág. 337

Una cosa es la filosofía anarquista, igual que la doctrina de cristo, y otra cosa es lo que los seres humanos hagamos en nombre de ciertas ideas y creencias. Según el historiador filoanarquista Chris Ealham la II República heredó el sistema represivo de la monarquía alfonsina. Pero si seguimos los conocimientos de Manuel Álvarez Tardío y Fernando del Rey, en el libro Fuego cruzado, la II República, según estos dos autores no fue especialmente represiva, si nos atenemos a la violencia política que se desató por parte de las masas populares, sobre todo anarquistas y socialistas, cuando no comunistas. El único partido que se ilegalizó fue la Falange de José Antonio Primero de Rivera, que una vez preso jamás volvería a salir con vida de presidio. La Falange Española y de la JONS, una vez ilegalizada, volvió a ser legal gracias al TS. Los fachas con togas siempre han existido.

Hoy todavía existen personas que siguen creyendo en la ideología anarquista. Pero son muy pocos y la abstención de sus adeptos poca chicha tiene. Durante la II República la CNT tenía mucha fuerza y sus campañas contra el voto hacían daño a la izquierda republicana o socialista. No votar es legítimo, pero desde posiciones izquierdista u obreras les deja el camino expedito a la derecha más rancia. Porque el PSOE no siendo santo de mi devoción, he observado que con el PP en la Moncloa todo es peor, y ahora con Vox tirando del carro el asunto está más negro aún. Los discursos contra los homosexualidad, contra la violencia de genero, el discurso racista y la defensa del neoliberalismo pasado de rosca, se está normalizando. Anarquistas, y en general toda la extrema izquierda, como los marxistas ortodoxos, siguen anclados en un pasado que no es comparable con los tiempos actuales. Y por tanto, las recetas a las que están anclados hoy difícilmente se pueden insertar en las perspectivas obreras.

Esto ha dicho un destacado anarquista sobre mi persona, que no acabo de "entender que si gana la derecha es porque son capaces de convencer a más gente que la izquierda; vamos, que el problema de la izquierda es que no convence a los suyos y ese es el motivo en el que nunca entran. Para mi el motivo es claro: desclasamiento y abandono de cultura ideológica". ¿Y cuando la izquierda era marxista e incluso anarquista en España? ¿Porqué la derecha durante la II República también convencía a sus votantes? O se piensan los anarquistas de hoy que la CEDA, los carlistas o hasta la Falange solo recolectaba el voto de los señoritos. Es obvio que el voto popular del campo también caía en las garras de los sindicatos cristianos promovidos por José María Gil Robles. 

¿No se preguntan estos anarquistas que porqué los programas políticos de las televisiones, como los de Susanna Griso, de Ana rosa Quintana o del Hormiguero son los que más audiencia tienen. ¿No saben que los mass media de derechas son los que más público cosechan?

Veremos como todo el cuento mediático de Begoña Gómez al final quedará en nada, como quedaron archivadas las más de 30 denuncias falsas contra Podemos y sus dirigentes. Pero los titulares han quedado en el colectivo imaginario de millones de ciudadanos, que siempre piensan que cuando el río suena agua lleva, aunque este refrán sea una enorme tontería. No pensaran que es una casualidad que la imputación de Begoña Gómez antes de las elecciones europeas ha sido por casualidad. Y que el juez Peinado que ha imputado a la mujer de Sánchez sea padre de una concejala del PP, también por casualidad.

El PSOE desde Felipe González ha hecho cosas rematadamente mal, igual que Podemos y ahora el Sumar de Yolanda Díaz, pero cojones, la factura que suelen pagar en la izquierda, no es la misma ni de lejos. A ver que explicación nos pueden dar los anarquistas: ¿por qué la CEDA que claramente defendía a los propietarios de la tierra, pudo ganar las elecciones de 1933, y cerca anduvo en 1936?

Un gerifalte de la CNT dice que no entiende  "del todo que critique tanto al trevijanismo al fin y al cabo eso de un proceso constituyente es una matraca de la gente del PCE e IU desde hace más de 20 años. Vamos, que si lo proponen los comunistas está de puta madre pero si era Trevijano es que lo hace porque chochea". ¿Pero porque cojones tienen que mentir tanto? ¡Da asco! Adónde ha dicho el que esto escribe, que es de viejos carcamales pedir un proceso constituyente. Un servidor no critica a García-Trevijano por eso. Esto es lo he escrito recientemente, y que ha provocado la crítica erronea de este anarquista:

Lo bueno de las pretensiones de Antonio García-Trevijano, es que se produciría un proceso constituyente y allí los ciudadanos podríamos votar por república o monarquía. Y si ganase la opción republicana nos quitaríamos del medio a la corona española, que no es moco de pavo. El problema es que García-Trevijano pretendía lograr su propuesta llamando a la gente a abstenerse. Una vez que la abstención fuera claramente mayoritaria, saldría la población a la calle a reclamar más democracia. Entonces vendría la asociación MCRC (fundada por Trevijano en 2006) y cogerían las riendas del proyecto constitucional. ¡Oh, muy bonito! ¡Cuanta belleza! Lo malo es que esa idea solo ha funcionado en la cabeza del propio García-Trevijano y los cuatro carajaulas que le seguían fielmente. Leer más...👈

No critico al Sr García-Trevijano por algo que IU o Podemos hayan llevado en su programa electoral. No soy tan inútil y estúpido como algunos puedan pensar. Critico las formas del trevijanismo, es decir, seguir pidiendo la abstención cuando a los largo de la historia del MCRC esa opción no ha funcionado. Si un servidor no vota, y otros cientos de miles como yo se van a la abstención, quien se beneficia son personas como Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal y ahora Alvise Pérez. 

Habrá segunda parte.