lunes, 27 de noviembre de 2023

Aviso al MCRC: el régimen del 78 es una democracia consolidada


 No soy un hagiógrafo de las bondades de la democracias occidentales y mucho menos del régimen borbónico. No me gusta nada la transición española, pero tengo que reconocer que de otra forma no se pudiera haber solucionado. Al morir Franco su régimen dictatorial y el aparato coercitivo al completo seguía intacto: Policía Nacional, Guardia Civil, jueces y Ejército, eran los mismos fanáticos ideologizados que habían sido adoctrinados durante varias décadas por el franquismo. Los demócratas en estos estamentos eran una minoría insignificante.

Solo tenemos que ver que el franquismo sociológico sigue vivo. En 2018 "Un grupo de 181 militares retirados firman un manifiesto en defensa de Franco: “Su figura ha sido vilipendiada hasta el extremo” (ver enlace...👈). Más reciente tenemos otro grupo de 56 militares también jubilados que piden "destitución del presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones" (ver enlace...👈). Eso hablando claro, destituir al presidente por medios no legales, se llama golpe de Estado. Y para rizar el rizo, Interior ha sancionado "a los guardias civiles que dijeron estar dispuestos a “derramar su sangre por España” contra la amnistía" (ver enlace...👈). 

Si en 2023 en el Ejército y en la Guardia Civil hay elementos tan reaccionarios, no quiero ni imaginar como sería la situación a finales de los años 70 y durante toda la transición. Hay que ser realistas, la transición no se pudo ejecutar de otra forma. Pero esto no quiere decir de ningún modo que sea modélica. Según el libro La transición oculta, después de la muerte de Franco hubo seis intentos de golpes de Estado
 

En 1974 se creó la Junta Democrática Española, donde participó  el jurista Antonio García-Trevijano Forte. Un hombre inteligente pero un tanto oscuro. La oposición al franquismo creó la Junta Democrática Española, que se disolvió en la Platajunta en 1976, organización que a su vez se disolvió ese mismo año. 

Socialistas y comunistas que estaban dentro de esas organizaciones opositoras a la dictadura, pactaron entonces, la apertura democrática con el franquismo que se había vuelto demócrata de la noche a la mañana (dejando fuera de la ecuación a García-Trevijano); es decir, pactaron con Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón. 

Dejar fuera de la transición a quién verdaderamente tenía el poder estatal y gubernamental era a todas luces imposible y pensar lo contrario es de pardillos. Por eso no hubo ruptura con el franquismo. La oposición no tenía fuerzas suficientes para dejar a Juan Carlos I y a los ministros que provenían del franquismo fuera de la transición. Por eso no hubo ni referendo entre monarquía  y república, ni un proceso constituyente formal. Pero todo el mundo sabía que se estaba confeccionando una constitución, algo que García-Trevijano siempre ha negado. 

Según diego Oña Espada, exmiembro del MCRC que conoce la secta desde dentro:

El triunfo de la ruptura democrática que defendía García-Trevijano era imposible (...). La estrategia política de García-Trevijano con la Junta Democrática y Coordinación Democrática estaba abocada al fracaso. Como político, actuó con osadía y con poco sentido de la realidad, y también como un oportunista político que supo aprovechar impulsos creados por otros, como el Pacto para la Libertad del Partido Comunista para unir a la oposición. Si gozó de cierto protagonismo político fue gracias a que había sido consejero de Don Juan y por ser millonario, permitiéndose poder influir en la organización de la oposición democrática sufragando muchos gastos. Leer más...👈

García-Trevijano, para Oña Espada, era un oportunista político que usó su fortuna para medrar en las altas esferas de la política. Según el diario de Alfonso Rojo, Periodista Digital, Antonio García-Trevijano fue, "el ex notario que pudo ser presidente y magnate de la prensa y se quedó en analista". Presidente de la III República española, se sobreentiende. Desde que a este hombre de leyes y ambicioso lo quedaron fuera de juego, ha estado echando pestes de la democracia española y de todos los políticos españoles. Quiso ser presidente de la III República y conseguir altos honores pasando a la historia en letras mayúsculas. Pero se quedó muy lejos.

Montó el MCRC para deslegitimar al régimen del 78 mediante la abstención. Estrategia que no funcionó (ni funciona) ni de lejos. La abstención y la participación en todas las elecciones españolas desde 1978 se mueven dentro de unos parámetros   aceptables. Por tanto, quedarse en casa no sirve para nada. Los que votamos al menos elegimos entre lo malo, lo menos malo. Y esto es una realidad palpable e inapelable.

Aquí vemos al nuevo gurú del MCRC, Pedro Manuel González, llamando "a la abstención y a romper el voto" estas pasadas elecciones de este verano, donde la participación superó el 70% y subió cuatro puntos más con respecto a 2019. Si nos fijamos en las visualizaciones del vídeo, son muy pobres: 531 en cinco meses. ¿A quien pretender convencer y engañar con estos insignificantes datos?

No hay ningún problema en que Pedro Manuel González, Rubén Gisbert y todo el círculo que se movió en torno a García-Trevijano tengan sus canales de YouTube o sus páginas webs y digan que España es una oligarquía de partidos estatales, donde la democracia brilla por su ausencia, porque España es mejor democráticamente que EE. UU. (la democracia ejemplar para estos seres de luz constituyente). La libertad de expresión está amparada en el régimen del 78 y pueden decir y repetir todas las barbaridades que salió del cerebro de García-Trevijano, como buenos sectarios que son no tienen ideas propias. Ya dije en otro lugar que me recuerdan a los loros marxistas.

Los que son molestos, son algunos seguidores de la secta trevijanista que nos persiguen por las RR. SS. portando una superioridad moral fuera de lo común. Nos recriminan que votemos. A mí hasta incluso me han llegado a decir que no soy de izquierdas por votar. Les puedes explicar una y otra vez el motivo de tu voto, al menos el mío está bastante meditado, pero ellos como don erre que erre o el que oye llover. "España no es una democracia", "no los legitiméis", "esto es una oligarquía de partidos"... El que tenga la desgracia de tener a uno de estos elementos cerca, los acompaño en el sentimiento. Son muy pocos, pero sumamente pesados.

El que esto escribe no los intenta convencer de que voten, me importa una higa lo que hagan los domingos electorales. Sería preocupante si llamaran a la abstención y solo restasen votos a las fuerzas progresistas. Porque esto beneficiaría a Feijóo y a Abascal, pero como hemos observado, están a años luz de influenciar a masas considerables. Y por cierto, este movimiento atrae a personas de extrema derecha como Hermann Tertsch (antes de irse a Vox que son más rentables que el MCRC), o como a Roberto Centeno, un franquista reconocido y admirador de Donald Trump; y a Enrique de Diego, quien ha dicho en Alerta Digital sobre Franco:

"...Y aquella España de progreso e ilusión fue la obra, la emanación de un gran hombre, de un gran militar, de un estadista irrepetible que hizo de su vida una entrega al servicio de España de los españoles. Sin duda, el estadista, el jefe del Estado más exitoso del siglo XX. Por todo ello, agradecido, rubrico este elogio merecido...". Enrique de Diego...👈

Para estos falsarios que hablan de la dictadura de Franco con una nostalgia asquerosa, y diciendo que con Franco se vivía mejor y España vivió una época dorada irrepetible, les aconsejo un nuevo libro: Con franco vivíamos mejor:

No, con Franco no se vivía mejor. Él no creó la seguridad social ni ideó la red de pantanos ni las viviendas de protección social. No acabó con el paro ni facilitó la transición a la democracia. No fue el protagonista de ningún milagro económico, sino el promotor de una autarquía que sembró el desastre durante casi dos décadas de posguerra. Prometió ningún español sin pan y ningún hogar sin lumbre, pero los condenó durante años al hambre y al frío. Con Franco, la Hacienda no eran todos. Tampoco la pensión de jubilación o la prestación por desempleo fueron logros suyos. Sinopsis del libro. (Ángel Viñas...👈)

Es muy curioso como se acercaron al entorno de García-Trevijano, personas con inclinaciones filofranquistas, como Enrique de Diego o Roberto Centeno, precisamente cuando el fundador del MCRC, formó parte de la oposición antifranquista, y delante de los suyos se jactaba de haber querido cortar con el franquismo. También atrajo a personas muy conservadoras como Dalmacio Negro, que dijo de la humanidad: “El ser humano es la única especie que se mata a sí misma con el aborto y con la eutanasia” (ver enlace...👈) Para el Sr. Negro, el aborto es un crimen al considerar como vida humana (con todo lo que esto conlleva) a un feto. Y la eutanasia en España es acortar el sufrimiento de una paciente terminal; o Javier García Albiac, colaborador del ABC donde escribió refiriéndose a Susana Díaz (PSOE) "Tan bajo hemos caído en la escala moral de la ciudadanía, que una aparatchik amorfa nos aparece como un mal menor. Y lo es, seguramente. Tan bajo hemos caído, tan bajo. Claro está que por culpa nuestra" (ver enlace...👈).

Cuando hace unos años me puse a investigar todo el entorno del MCRC, observé que Antonio García-Trevijano Forte, al menos en su círculo más conocido, estaba rodeado de reaccionarios y conservadores. El propio García Trevijano se había convertido en un reaccionario que justificaba a Donald Trump (ver enlace...👈) Y no es de extrañar, el discurso de que España no es una democracia y que la Constitución del 78 no nos vale, es el mismo discurso que hemos visto en las manifestaciones de la extrema derecha en la calle Ferraz. El mundo del trevijanismo con su gurú en vida era muy reaccionario. Algo que sus sucesores seguramente seguirán a pie juntillas. Solo hay que oírlos hablar de la amnistía, de la lengua Española, del problema catalán y de la unidad de España.