¿Si a nuestros niños les enseñamos lo que fue la revolución francesa estamos fomentando que se guillotinen a los reyes para conseguir una sociedad más justa? Evidentemente no, simple y llanamente estamos educando y contando una realidad, en este caso una realidad del pasado. Lo mismo sucede si educamos a nuestro hijos en materia LGTBI, les estamos enseñando una realidad que antaño, debido a la moralina católica y a su totalitarismo divino, se ocultaba o se negaba, o sencillamente se mostraba como una monstruosidad.
La sociedad progresa, mientras que la Iglesia Católica, y demás religiones caducas, quieren conservar una doctrina anclada en una ideología ultramontana. Porque por más vueltas que un servidor le da, siempre llega a la conclusión de que, las religiones, y en lo que a mi me concierne que es la religión católica, fomentan ideología, una ideología acorde con los valores de la derecha más extremista.
Javier Barraycoa-profesor de sociología en la Universidad Abad Oliba, de Barcelona- , es el sujeto de la portada de La Gaceta y ha declarado en la prensa extremista:
“Si la transexualidad se presenta como normal en los sistemas educativos y en los medios de comunicación, habrá más casos”Si aumentasen los casos de cambios de sexo, ¿donde carallo radicaría el problema? Aquí es donde aparece el totalitarismo clerical, mediante su doctrina totalizante quieren influir de forma tajante en la totalidad de la sociedad.
- Si no te gusta el matrimonio gay, no te cases con gays.
- Si no te gusta el aborto, no abortes.
- Si no te gustan las drogas, no te drogues;
- Si no te gusta el sexo; no folles.
- Si no te gusta el porno; no lo mires.
- Si no te gusta el alcohol; no bebas.
- Si no te gusta que te quiten tus derechos no se los quites a ¡NADIE!...
Y por favor, dejad al resto del mundo en paz...