domingo, 9 de octubre de 2016

Al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, se le ve el plumero



Podemos de Oviedo está difundiendo un vídeo por las RRSS desenmascarando a Javier Fernández. Un socialista que prefiere que gobierne la derecha como ya demostró en un pasado reciente. Según el vídeo, oscuros intereses económicos dirigen la voluntad de Javier Fernández.

Según leo en un diario de Castilla-La Mancha, el nuevo gestor del PSOE en declaraciones públicas afirmó que:
“Nosotros queremos decir que ‘no’ por una cuestión ética, que es muy importante, que es la ética de la convicción, pero también hay una ética de la responsabilidad. ¿Debemos permitir que el gobierno del PP sea más fuerte, que haga políticas con mayoría absoluta o próxima a la mayoría absoluta, que no podría hacer en las condiciones en las que ahora está?”. “¿Debemos permitir eso a cambio de convertirnos nosotros en una referencia ética en el Parlamento, pero renunciando a alguna capacidad para cambiar el país y para formar gobierno en el futuro, que es nuestra vocación como partido reformista de mayorías?”

Si nos hacemos caso de las estimaciones del gabinete demoscópico de Jaime Miquel y Asociados ni el PP ganaría escaños en unas elecciones nuevas, ni tendría mejores bazas para sacar adelante la investidura del presidente del Gobierno en funciones:

La situación no mejora para la derecha, ni para la izquierda, todo sigue en tablas:
Así que esta vez sí se produciría el sorpasso en votos –con UP recogiendo medio millón de sufragios más que el PSOE–, pero ese adelantamiento por la izquierda no se plasmaría en el número de escaños, pues Unidos Podemos sólo ganaría un par de diputados más (mientras que los socialistas perderían seis) y seguiría quedando por detrás en el Congreso, como consecuencia del sistema electoral lastrado por las circunscripciones provinciales que priman desproporcionadamente el voto rural por encima del urbano.
En cambio, todas las previsiones de un hundimiento de Ciudadanos quedarían desmentidas por una modesta subida de escaños (+2) pese a perder unos 275.000 votos. El partido de Albert Rivera obtendría ese saldo positivo al ganar un diputado más en Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León (los tres procedentes del PSOE), y perder uno en Catalunya. Fuente: Publico.es
El miedo que quiere imbuir la derecha del PSOE azuzando  una supuesta mayoría absoluta del PP es una gilipollez como la copa de un pino. Un Gobierno de Podemos y PSOE, con la ayuda de los nacionalistas sería una posibilidad realizable. De toda la vida de Dios, se han usado a los nacionalistas para poder formar gobiernos. Si, según afirma Javier Fernández, permitir un gobierno del PP no significa apoyar sus políticas, entonces apoyarse en los nacionalistas, tanto catalanes como abertzales, ni significa sacar a los presos de ETA a la calle (menuda trola os cuentan), ni por supuesto, permitir que Cataluña sea un país independiente.

Se podría permitir en Cataluña un referéndum para preguntarle a los catalanes si se sienten españoles, -las identidades nacionales, como se ha demostrado en más una ocasión se forman o se destruyen según corran los vientos-. Ahora bien, si el resultado de esa votación es la independencia catalana, entonces la cosa se complica. Habría que modificar la Constitución, y aquí el asunto sería bastante complicado, ya que sin un consenso todo quedaría en agua de borrajas. Según nuestra Constitución el peligro nacionalista es nulo. Y eso muy bien lo saben los nacionalistas españoles (PSOE, PP y Ciudadanos) y los nacionalistas periféricos. Pero hacer ruido hacen mucho ruido tanto los hunos como los hotros.

Mientras tanto, el "gañanismo" -algunos lo llaman "susanato"- en las filas del PSOE sigue ganando adeptos, y de girar a la izquierda, ni hablar de la peluca morena. Personajes tan nefastos como Javier Fernández, Susana Díaz y demás oligarcas derechizados, de lo que un día fue centro izquierda, se van a cargar lo poco de OBRERO y de SOCIALISTA que quedaba en el PSOE, si es que quedaba algo verdaderamente reseñable.