Según el sociólogo alemán Max Weber un Estado es una organización política soberana que ejerce el monopolio legítimo de la violencia (o de la coacción) sobre una población determinada dentro de un territorio delimitado, con el fin de garantizar el orden, la seguridad y el bien común.
Weber identificó tres elementos esenciales:
- Territorio: un espacio geográfico claramente definido con fronteras reconocidas.
- Población: el conjunto de personas que habitan permanentemente en ese territorio y están sujetas a su autoridad.
- Poder público soberano: una autoridad política suprema (no subordinada a ningún otro poder externo) que ostenta el monopolio del uso legítimo de la fuerza (ejército, policía, sistema judicial, etc.).
A estos tres elementos clásicos suelen añadirse otros dos en definiciones más completas:
- Gobierno: el conjunto de instituciones y órganos que ejercen efectivamente el poder (poder ejecutivo, legislativo y judicial).
- Reconocimiento internacional (en la práctica actual): para que un Estado sea plenamente considerado como tal en el derecho internacional, suele requerirse el reconocimiento por parte de otros Estados (aunque teóricamente la soberanía no depende de ello)
Otra definición breve podría ser: "El Estado es una comunidad humana asentada
de modo permanente en un territorio delimitado, dotada de un poder de mando
supremo, independiente y jurídicamente organizado, dirigido a la consecución
del bien común". En resumen, el Estado es la forma superior de organización
política de una sociedad que reúne territorio, población, soberanía y un
aparato institucional capaz de imponer coercitivamente sus decisiones.
Solo existe una ideología que demoniza la figura de el Estado, y es el
comunismo libertario, también conocido como anarquismo. Los anarquistas
consideraban que todo tipo de Estado ejercía coerción sobre los ciudadanos
impidiéndoles ser libres. No les faltaba razón.
Por otro lado, las democracias liberales ven necesaria la actuación del Estado
para garantizar el bienestar de la ciudadanía. Y ahora han aparecido los mal
llamados libertarios, tipo Javier Miliei, que demonizan al Estado, mientras lo
usan en su propio beneficio. Todo gobierno, y el de Milei también, necesita el
monopolio legítimo de la violencia (o de la coacción) sobre la población, para
que el "rebaño" no se les desmande, es decir, Milei necesita del poder
coercitivo para poder gobernar, y por tanto necesitan al Estado.
Hay quienes oyen la palabra Estado y salen huyendo, como los changabailes del
Movimientos de Ciudadanos hacia la República Constitucional (MCRC), que
dicen que los partidos pertenecen al Estado porque son
subvencionados y en mayor medida por participar en las cuotas de poder. Un
trevijanista me remitía a la explicación de Pedro Manuel González, que a
su vez citaba a García-Trevijano. Eso es como si yo digo que José Antonio
Primo de Rivera era fascista, y un fanático falangista me envía un vídeo de
Primo de Rivera donde niega que él fuera fascista. El problema de todo fanatismo
sectario es la falta de coherencia.
Lo partidos estatales eran los partidos únicos de las dictaduras que no necesitaban presentarse a las elecciones, como la Unión Patriota de la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la FET de las JONS también conocido como el Movimiento durante el franquismo, el Partido Nacional Fascista de Mussolini, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán de Hitler, el Partido Comunista de la Unión Soviética, y un largo etcétera de distintas satrapías.
En cualquier lugar del planeta donde no existe el partido único, los partidos políticos para poder participar en las instituciones del Estado, o como dicen los changabailes del MCRC, en las cuotas de poder, necesitan el consenso de la urnas y no del propio Estado, es decir, si no hay votos del pueblo, no hay cuotas de poder ni subvenciones públicas a los partidos políticos. Por tanto, los partidos en España no son partidos estatales, sino entidades privadas que se presentan a las elecciones, y por tanto, son los votantes los que les conceden esas cuotas de poder de las que hablan en el MCRC.
Ahora bien, si se puede hablar de partidos estatales pero no en el sentido peyorativo del que hacen gala en el MCRC. Los partidos estatales son aquellos que tienen presencia y representación en el ámbito político de un país entero, como el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el Partido Popular (PP), VOX y el Grupo Plurinacional SUMAR en España, etc., etc. También existen Los partidos regionales, que son organizaciones políticas que operan a nivel de una comunidad autónoma, en lugar de a nivel nacional. Ejemplos en España incluyen Junts per Catalunya (JxCAT) y Más Madrid, o a nivel de partido autonómico como el PSC en Cataluña o el PSdeG-PSOE en Galicia. Y los partidos municipales, que son los grupos políticos que se presentan a las elecciones municipales, las cuales se celebran cada cuatro años en España el cuarto domingo de mayo. Estos partidos compiten por obtener representación en los ayuntamientos y, de acuerdo con los resultados electorales, se eligen a los concejales que luego seleccionarán al alcalde del municipio.
