sábado, 2 de abril de 2016

Mensaje para los anti-Podemos



He leído algunos comentarios de ciertos analistas políticos, que visto lo visto, bien podrían dedicarse a otra cosa. No sé, quizás a limpiar retretes. Limpiar inodoros es un trabajo muy digno aunque no requiere pasar por la facultad, lo mismo que para escribir la basura que escriben algunos periodistas.

José María Calleja es doctor en Ciencias de la Información, profesor de Periodismo en la Universidad Carlos III y licenciado en Historia, todo un portento, (el que escribe esto tiene menos papeles que una liebre). A pesar de tanta erudición, de vez en cuando se cae con todo el equipo. En una columna del diario Hoy criticaba a Pablo Iglesias por renunciar de lo que no tiene: la vicepresidencia del Estado. No puedo dejar el enlace, porque no está disponible.

El líder de Podemos, para facilitar un posible Gobierno y para que no haya que repetir las elecciones, ha bajado el nivel de sus exigencias para un posible pacto con los social-liberales, o sea con Pedro Sánchez. Entre esas nuevas propuestas, Iglesias estaba dispuesto a quitarse del medio como posible candidato a la vicepresidencia, todos hemos entendido bien, Iglesias no se propone para ser vicepresidente en un hipotético pacto con el PSOE:  "Si el obstáculo soy yo, yo no estoy". No hay que ser ningún lince ni tener ningún doctorado en nada. El que diga que entiende otra cosa o nos quiere engañar, o tiene algún problema que no quiere reconocer. Pablo Iglesias no está renunciando a nada que no tiene: sencillamente esta proponiendo algo nuevo. José María González Calleja, sencillamente nos está manipulando.

Si nos hacemos casos de las encuestas, Podemos está de nuevo en la cola y Ciudadanos estaría remontando peldaños a pasos agigantados. Por lo tanto, haciéndonos caso de los sondeos pensaríamos que a Podemos no le interesan unas nuevas elecciones, ¿Y quién se hace caso de las dichositas encuestas? La verdad es que volver al mismo juego de antes de las elecciones, y tragarnos los manipulados estudios demoscópicos es de jilipuertas. Lo siento pero es así: según aquellas encuestas ciudadanos hubiera quedado el segundo muy cerquita del PP y Podemos el cuarto muy lejos del PSOE. La realidad fue muy distinta; Podemos casi empata con el PSOE. Usted querido amigo crease lo que quiera pero su odio a Podemos le ha comido la poca objetividad que pudiera tener.

Unas nuevas elecciones le pueden venir tan bien a Ciudadanos como a Podemos e incluso como al PSOE. Todo está abierto hasta el último día de las elecciones, y visto que la prensa española miente más que corre, tenemos que leer los periódicos con una máscara de gas para no intoxicarnos.

Podemos ya ha mostrado su buena voluntad para formar Gobierno: ahora son los otros los que tienen que tener sentido de Estado y mover ficha, de todas formas, en unas nuevas elecciones es harto posible que nadie consiguiera una mayoría absoluta y se tendría que volver de nuevo a los pactos. ¿No sería mejor pactar ahora, que después de unas nuevas elecciones? Sí al PP le han dado de lado, Podemos, Ciudadanos y PSOE están condenados a entenderse, hayan o no nuevas elecciones.

Y ya que gustan tantos las encuestas:

Publicado: 02.04.2016 12:28 |Actualizado: 02.04.2016 12:28
El 80% de los españoles no quiere unas nuevas elecciones
La mayoría se muestra a favor de que los partidos lleguen a un acuerdo para formar Gobierno, según un sondeo, aunque ninguno de los pactos posibles logra el apoyo ciudadano suficiente. Publico.es

Artículo de Eduardo Alonso para Eco Republicano:

                       La ceguera de Pedro

El argumento más "potente" que he escuchado contra el movimiento de Pablo Iglesias de hoy ha sido: "no puedes renunciar a algo que no tienes". Vamos a analizarlo.

En un proceso de negociación para formar gobierno se presupone que NADIE tiene NADA. Si fuésemos esa premisa por válida lo ÚNICO que podemos hacer es sentarnos y que Rajoy intente formar gobierno, que es el único que tiene algo: mayor número de votos a distancia más que considerable y la presidencia del gobierno en funciones. Por lo tanto, la descartamos rápidamente.

El primero en atribuirse lo ajeno ha sido el señor Pedro Sanchez, postulándose para una más que discutida presidencia. Discutida porque estando a 2,5 millones de votos del partido ganador, el PP, y a 350.000 votos de su seguidor, Podemos, la autoridad necesaria para formar y liderar un gobierno es bastante dispersa y eso lo conoce bien el Señor Sánchez. Sabe que su liderazgo, tanto dentro como fuera del partido,es extremadamente débil y volátil, que su papel ahora mismo es ser un funambulista soportando tensiones para que caiga o bien de un lado, o bien del otro pero al fin y al cabo una caída, que dolerá, porque el tiempo en la cuerda se ha acabado.

También sabe el Señor Sánchez que su posición sería totalmente distinta de haber sido el partido más votado, segundos muy cerca del PP o incluso segundos a mucha distancia de Podemos. Una de estas situaciones es la que querían o esperaban, pero todos sus planes se fueron al garete cuando le abofetearon los resultados electorales. O no.

El PSOE, siguiendo su línea de incapacidad reactiva ante los grandes retos que se le vienen presentando en los últimos tiempos, ha apostado por la continuidad, la continuidad de unas políticas que acercan al partido a la catástrofe más grande de su historia; la pérdida de ideología y la pérdida de la posición privilegiada de referente de la izquierda, lo que se traduce en una sangría de votos que, por lo que parece,no están dispuestos a frenar.

El señor Sánchez ha tratado de negociar desde el Olimpo, desde las alturas, de forma chulesca y agresiva con Podemos, con exigencias, insultos y ataques absurdos, que no por ello menos graves. Y es que Pedro no es capaz de ver la realidad, o se ha auto impuesto una venda para evitar sufrir (ya se sabe "ojos que no ven...")...

Sea cual fuere el caso, no puedes pedir ayuda de igual manera si te faltan 3 euros para comprarte una camiseta que si necesitas a alguien que aporte 10 euros para comprar la camisa a medias...

Y es que, Pedro, tú no necesitas ni uno, ni dos ni tres euros, si no que necesitas, debes, convencer a un socio que quiera comprar esa camiseta contigo y compartirla por igual. Asumido esto no queda más, por número de votos, que deducir que ese socio es Podemos y que los que aportan los céntimos que falten serán Ciudadanos, o los partidos independentistas, nunca al revés por mucho que te empeñes.