domingo, 24 de abril de 2016

El populismo político: PP, PSOE, IU, Podemos

Felipe el gran populista español

¡No pactaré con el populismo! gritaba enardecido un populista que trataba de ganar unas elecciones, que no ganó, y donde su partido obtuvo el peor resultado de la historia. Estoy hablando de Pedro Sánchez. El otro gran partido que ganó las elecciones y que no pudo gobernar porque no obtuvo el suficiente respaldo de las clases populares, es decir no obtuvo los suficientes  votos para formar gobierno (ni el respaldo de las demás fuerzas políticas),es el Partido Popular. A ambas formaciones se las puede considerar populistas según el significado de la Real Academia Española. Para la RAE populismo es la "tendencia política que pretende atraerse a las clases populares". Y de todos es bien sabido que las clases populares son la inmensa mayoría y sin esos votos ningún partido podría gobernar.

En las elecciones que Mariano Rajoy ganó con una holgada mayoría absoluta, la campaña del PP fue populista: ofrecía mejoras a la ciudadanía con el objeto de conseguir lograr una victoria electoral indiscutible. En esta última campaña, donde seguimos sin ver quien formará gobierno, todos los partidos políticos desde el PP hasta Podemos e IU, han hecho campañas populistas: todos prometían mejoras para las masas populares. Nada más tenemos que mirar los programas de los cinco partidos principales.

Otra cosa bien distinta eran los populismos de derechas de los años 20/30 (corporativismo, nazismo y fascismo) usaban el populismo para atraerse a las masas y una vez instalados en el poder las urnas no volvían al escenario público. Paradigmático fue el caso de Adolf Hitler, detrás de su populismo vendría la II Guerra Mundial de la mano del populismo fascista (Mussolini). La izquierda de aquellos años era revolucionaria: no necesitaba las urnas para hacer revoluciones. En Europa ninguna revolución triunfó, no así el populismo fascista que demostró ser más eficaz a la hora de conseguir sus resultados. pero no hay que olvidar que en aquellos turbulentos escenarios también triunfaban las derechas e izquierdas demócratas, eso sí, en Europa parecía asentarse rápidamente el populismo totalitario.

A la izquierda latinoamericana se la tacha continuamente de populista, pero en el sentido peyorativo que nos recuerda más bien al populismo dictatorial europeo. Es una injusticia porque en los países donde gobierna esa supuesta izquierda populista se siguen celebrando elecciones periódicamente.

Cristina Kirchner, a la que se le acusaba de "populista" ha perdido unas elecciones, y Nicolás Maduro, otro dirigente acusado de "populista" a la vez que de dictador, se ha pegado un batacazo electoral recientemente. En las dictaduras los plebiscitos siempre los ganan los dictadores. Distinto es que en cualquier país existan déficits democráticos más o menos acusados, no debemos de olvidar que ninguna democracia es perfecta.

En España, sin ir más lejos, más de una vez está expuesto entela de juicio nuestro sistema democrático. Hay quien se piensa, por ejemplo, que disfrutamos de una prensa libre, y sin embargo, Según el ránking de PSF, España ocupa el puesto número 34 (de prensa libre) por debajo de países como: Namibia, Portugal, Uruguay Ghana, Chile, Cabo verde o Andorra. La ONU en el año 2015 dio un toque de atención a España para que retirase la 'ley mordaza' y la reforma del código penal. Incluso el Comité de Naciones Unidas ha instado al Gobierno a derogar la Ley (preconstitucional) de Amnistía de 1977. Se lo pidió en su día a Zapatero y se lo pide actualmente a Rajoy. Todavía muchos se piensan que el régimen del 78 (podrido y corrupto) es una suerte de democracia muy por encima de las democracias "populistas" latinoamericanas. Sentimos aguarles la fiesta. Y sentimos decirles que que ninguna formación política de nuevo cuño (izquierdista, democrática y reformista) puede fastidiar este sistema caduco y mal oliente (cada vez su pestilencia es más nauseabunda) que nos mal-gobierna.

Esto por supuesto es mi opinión propia, tal vez un poco entallada y precipitada, de lo que podría ser el populismo, por supuesto que, usted querido amigo, tendrá la suya.