Vicente Rojo Lluch |
Mr Google nos descubre que el autor de la [entrada] del general Rojo es un sacerdote e historiador extremeño. Ángel David Martín Rubio enarbola en su blog la enseña con el aguilucho y da acogida a un himno a Cristo Rey (sin ambiciones gongorinas). Se codea con Falange Española y de las JONS. Entre sus libros figura una síntesis “definitiva” de la persecución “roja”. También apuntala la tesis de una Extremadura bajo dominación soviética, suponemos que protegida por varias brigadas aerotransportadas desde los Urales.Francisco Espinosa Maestre ya nos advirtió hace tiempo de las tendencias políticas del clérigo doctorado en historia. Una de la últimas obras de Martín Rubio ha sido la coordinación del libro Extremadura: de la República a la España de Franco. El prologo corresponde a José Javier Esparza y los autores son Antonio Manuel Barragán-Lancharro, Moisés Domínguez Núñez, Manuel Martín Lobo, Ángel David Martín Rubio, Rafael Moreno García, Luis Vicente Pelegrí Pedrosa, Francisco Pilo Ortiz y Pablo Sagarra Renedo. Con estos autores el resultado es previsible. La editorial que patrocina este trabajo es Ediciones Barbarroja, una editora que patrocina obras falangistas (DIARIO DE UN FALANGISTA DE PRIMERA LÍNEA, DETALLES SOBRE LA MUERTE DE RAMIRO LEDESMA RAMO, EL GENERAL YAGÜE IMAGENES INÉDITAS. EL ARCHIVO DE MI PADRE, EL HIDALGO DE LA FALANGE. VICENTE DE CADENAS Y VICENT, ESCRITOS SOBRE ONÉSIMO REDONDO, ESCRITOS SOBRE RAMIRO LEDESMA ... La lista es interminable).
Cómo colofón acabaremos con una información que nos proporciona HISPANIAínfo.
Crónica, imágenes y audio de la II Tertulia [falangista] “El Signo del Krak”
En la mesa del ponente cuatro asientos: uno, claro, para don Ángel David, que inmediatamente coloca en orden sus papeles, una grabadora, el reloj a la vista, mientras mira al público asistente que lo rodea muy próximo, porque el espacio es limitado; otro asiento para Aguinaga, el segundo en edad tras Ceferino; Jaime Suárez, en la primera fila de sillas, a la derecha de la mesa, que no se perdió detalle ni palabra; Ceferino, que nada más llegar se puso a repartir una fotocopia de prensa a cada uno de los presentes, como en los viejos tiempos del panfleto en mano, renunció a sentarse en el lugar asignado para él en la mesa y ocupó plaza en la primera fila, donde lo acogieron de muy buen grado.
Tras la presentación muy breve del ponente, en medio de un silencio y de un interés que se sentía, don Ángel David fue exponiendo con pausa, en orden, remarcando en ocasiones alguna idea o detalle, con oficio de quien sabe y de quien enseña, con gran claridad de exposición, lo que traía escrito en un guión de varios folios. La atención de los asistentes se reflejaba en el gesto de interés por lo que escuchaban, de manera que tuve la sensación de que el conferenciante recuperó párrafos de su conferencia escrita que, en algún momento, pudo pensar en saltase, para no alargar la exposición.
Y comenzó la tertulia. Intensa. Vibrante. Apasionada a veces. Correcta en los turnos (...). Y siempre educada y de muy buen nivel (...) . En el turno de intervenciones muchas a destacar, pero todas interesantes. Una cita inédita que trajo Aguinaga sobre José Antonio y su Falange (...)
Al recientemente fallecido González Anes o le engañaron o no fue cauto al encargar la autoría de las entradas del Diccionario Bibliográfico Español. Es una pena que en la historiografía oficial se den casos de incorrecciones históricas, porque se pongan cómo se pongan: Franco fue un dictador.
Y cómo dice nuestro admirado Viñas: "Mejor es que Martín Rubio siga contando las víctimas de la vesania roja y que continúe explicando los pormenores de la dominación soviética sobre España de la que, a Dios gracias, Franco y sus cohortes nos libraron. Eso sería mantenerse en la buena línea de las estupideces de la Carta Colectiva e ilustrar las querencias profundas de la jerarquía católica de nuestros días".