viernes, 31 de mayo de 2024

El partido político de Rubén Gisbert

 

Meme visto por las RR. SS. contra Rubén Gisbert

De romper el voto, Rubén Gisbert ha pasado a montar un partido político. Quien no conozca a este elemento le diremos que es un abogado y youtuber o influencer. O sea un gurú de las redes. Todo gurú de las redes sociales tiene que tener grandes dosis de populismo si quiere quiere ganar dinero, al menos cuando se habla de política. Y Rubén Gisbert tiene todos los requisitos de populista de manual. 

Gisbert pareciera no tener ideología, pero eso es falso, todo quisqui a no ser que se tenga el encefalograma plano tiene ideología; porque como dice la RAE, la ideología es el "Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona, colectividad o época". Los académicos de la RAE distinguen la ideología como algo personal, "las ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de una persona", aunque también la ideología es el pensamiento colectivo. Por tanto, por mucho que lo nieguen los papanatas como Rubén Gisbert (y demás trevijanistas lobotomizados) todo dios tiene ideología.

Según el Periódico de Extremadura, Gisbert es un "Liberal declarado y en ocasiones radical...". Y todo el mundo sabe lo que significa ser liberal en España. El liberalismo del siglo XX (y ahora del XXI) estuvo más cerca de la derecha reaccionaria que del republicanismo burgués o del socialismo. De otras corrientes de izquierdas ni hablamos. Gisbert es, o era un furibundo trevijanista. Un señor que seguía al pie de la letra las enseñanzas de García-Trevijano y, que por esta causa, salía a las urnas a romper el voto. 

 Ellos lo llaman abstención activa. En realidad, en cualquier sistema electoral, toda abstención es un acto pasivo aunque se vaya al pie de urna a romper el voto, ya que este acto no queda recogido en ninguna estadística, y toda abstención forma parte de lo mismo. Mucha gente no vota por que todo se la trae al pairo, por no moverse de casa, o porque de política ellos dicen no entender. O sea, de un 50% de abstención es imposible saber quienes son los abstencionarios (trevijanistas) o los abstencionistas, quien no vota por desidia y el sistema se la trae al pairo.

 

Y aquí tenemos al Sr. Gisbert rompiendo el voto, como buen sectario trevijanista, en las elecciones municipales del 23-M de 2023 . Nada raro pues. Lo extraño ha venido cuando recientemente en un acto de la Junta Democrática (asociación que el fundó para fomentar la abstención) anunciaba que dejaba la presidencia, y los más sorpresivo, ¡va fundar un partido político! Como lo oyen, tiene pensado presentarse a las siguientes elecciones generales. Los más fanáticos seguidores de García-Trevijano lo están atacando inmisericordemente.

 Algunos están tan enfadados que quieren abandonar la Junta Democrática y pasarse al otro grupúsculo sectario que fundó García-Trevijano, el MCRC. No se enteran de que da igual a que formación pertenezcan si el fin último es no votar. Es más, pueden darse de baja de cualquier  asociación trevijanista (JD o MCRC) y así serán verdaderamente libres. 

Si cualquier partido político crea sectarismo, estas asociaciones padecen del mismo problema. Porque se lo crean o no, están fomentando ideologías políticas al fin y al cabo. El propio García-Trevijano al fin de sus días era un reaccionario de tomo y lomo. Y el propio Rubén Gisbert es un trumpista declarado. En un último tuit ha dicho de Donald Trump que "tendrá una campaña difícil aunque esperemos fructífera" (ver enlace...👈). Espera que este populista de extrema derecha tenga una campaña fructífera. Manda huevos, en España está contra Vox y en los EE. UU. apoya a la extrema derecha. No es de extrañar, el maestro de toda esta carcundia sectaria también apoyaba a Donald Trump. García-Trevijano en 2016 afirmaba que "Trump no era una alternativa, era una necesidad" (ver enlace...👈). 

Dan ganas de vomitar. Y los carajaulas del MCRC y de la JD, o sencillamente seguidores de García-Trevijano sin ninguna adscripción dicen que no tienen ideología. Es para mondarse de la risa.

Si Ángel Pestaña sufrió la ira de los anarquistas de los años 30 al montar el Partido Sindicalista, el mismo acoso va a sufrir Rubén Gisbert, porque ninguno de esos fanáticos trevijanistas va a entender que haya cambiado de planteamientos. Es normal por otra parte. Hace muy poquito el Sr. Gisbert era un clon de García-Trevijano, una persona sin ideas propias que repetía como un papagayo lo que el líder replicaba a los cuatro vientos. Y ahora se ha dado cuenta de que abstenerse no sirve para nada (ha tardado pero al fin lo ha pillado). García-Trevijano se pegó muchos años predicando que no votara nadie para que el régimen del 78 cayera. Y eso no ha ocurrido porque elecciones tras elecciones la gente sale en masa a votar. Por lo tanto es muy lógico que Rubén Gisbert cambie de estrategia, pero eso los seguidores que él tanto adoctrinó jamás lo van a entender. Este es el problema de alimentar fanáticos y sectarios.

Porque Gisbert de ser un predicador; un iluminado que llevaba a todos sus seguidores a la luz de la democracia, ha pasado a ser un apestado, el enemigo número uno a batir. Lo único que es cierto, es que este abogado era un charlatán, y un demagogo populista, antes de pedir la abstención, lo mismo que después de anunciar que se va a presentar a las elecciones generales. Lo único que cambia es que ha puesto los pies en el suelo y se ha dado cuenta de que abstenerse es muy legítimo, pero que no vale absolutamente para nada. Bienvenido al mundo real. Las política y las leyes solo se pueden hacer desde dentro de las instituciones.