Después de las elecciones autonómicas Vox ha entrado a formar gobiernos en Aragón, Extremadura, Valencia y Baleares (aquí han nombrado como presidente del Parlament a Gabriel Le Senne). En Castilla y León hace un año que chupan sillones, además de infinidad de ayuntamientos que están en coalición con el PP.
Para mí, estos pactos son los de la vergüenza: "Azcón se ausentó de la firma del acuerdo en Aragón y Feijóo ni siquiera hizo referencia al pacto". En varios ayuntamientos de coalición entre el PP y Vox han censurado películas y obras de teatro; han atacado al colectivo LGTBI y puesto en jaque la violencia de género. Esto ha producido un movimiento en el electorado progresista y ha evitado que Feijóo gane las elecciones junto a Vox con mayoría absoluta.
Bien pues ahora el jamelgo de Santiago Abascal dice que ya no quiere sillones...
... El partido de extrema derecha Vox ha reiterado las palabras de su líder, Santiago Abascal y se ha abierto este domingo a apoyar una investidura de Feijóo sin entrar en el Gobierno para evitar que Sánchez vuelva a ser presidente. “No seremos un obstáculo para evitar un Gobierno de destrucción nacional”, dijo Abascal en su día. Él y su partido consideran que otro gobierno de Sánchez “constituiría una grave amenaza al orden constitucional y a la convivencia”. elDiario.es...👈
Toda la prensa del facherío se ha apresurado a felicitar la extraña generosidad de Santiago Abascal. Según Libertad Digital: "Fuentes del Partido Popular han indicado a Europa Press que han entendido el comunicado de Vox como una "renuncia a exigir su entrada en el Gobierno" y han celebrado que ya tienen "171 síes" para la investidura de Feijóo como presidente del Gobierno". Lo que se les escapa a la prensa del facherío, y de esto no dicen nada, es que como dicen en elDiario.es, que " no mencionan que, a pesar de su apoyo, a Feijóo siguen sin darle los números para ser presidente".
¡A buena horas mangas verdes! La propuesta de Vox es una patochada sin alcance real que no cambia nada el panorama político. Están haciendo filigranas para disimular el descalabro electoral y que su presencia en cualquier gobierno es un elemento más que tóxico.