Don Arturo, usted no se preocupe, le hemos reservado un lugar preferencial para cuando se celebre el Día del Orgullo del Gilipollas. Usted es el faro y el guía de millones de gilipollas y sería imperdonable, que por falta de espacio, millones de gilipollas no pudieran disfrutar de su docta presencia. ¡Faltaría más!