lunes, 25 de julio de 2016

Hasta los hue_ _ s de los monarquizantes

Dos monarcas absolutos: Mswati monarca de Suazilandia y Fernando VII

¿Son más democráticas las monarquías?
Un curso en la Universidad de Santander intenta desmontar el mito de que la Corona es cara.

Así arranca un artículo en El País (de nunca jamás) que por enésima vez nos quieren meter a los reyes por los ojos:
“La monarquía española es de las más baratas del mundo”, ha afirmado Lamo de Espinosa, que ha proporcionado un dato: la Corona costaba 0,23 dólares (0,21 euros) per cápita en 2012, “el doble que la presidencia de la república alemana —0,46 dólares (0,42 euros)—”. El sociólogo ha recalcado las diferencias entre los presupuestos del del sistema monárquico español y de la república presidencialista francesa: 7,9 millones de euros en 2013 frente a los 106 millones destinados el mismo año al presupuesto del Elíseo, según el estudio ¿Cuánto cuesta un jefe de Estado europeo? (Universidad Libre de Bruselas, 2013), citado por Lamo de Espinosa. La cantidad recogida en el artículo es, sin embargo, solo una parte del presupuesto que se asigna a la Corona, la destinada a “el sostenimiento de su familia y Casa”, pero no contabiliza las partidas que figuran en los presupuestos de varios ministerios.
¡Algo hemos avanzado pardiez! Por fin en El País (de nunca jamás) reconocen que los ciudadanos en realidad no tenemos ni pajolera idea de lo que nos cuesta la monarquía del 78. Pero eso no importa:
“Los que piensan que las monarquías son una antigualla deberían hacérselo ver”, ha continuado el presidente del Insituto Elcano, para quien esta forma de gobierno está “a la vanguardia” de la democracia. “Es más probable tener una democracia bajo una monarquía que bajo una república”, ha asegurado Lamo de Espinosa, que ha remitido al banco de datos de la Universidad de Gotemburgo, que clasifica a 175 países por su forma de gobierno. “De 40 monarquías más de la mitad son democracias, mientras que solo lo son 53 de 135 repúblicas”.
Las monarquías pueden ser tan antiguallas como una república y tan demócratas o dictatoriales como cualquier república. Los datos que nos ofrecen parecen confirmar otra cosa, pero la realidad es que en el mundo existen pocas monarquías y muchísimas más repúblicas de ahí que existan muchas repúblicas dictatoriales. De los 44 reinos que hay en el mundo, 11 se encuentran en Europa, 10 en América, 3 en África y y 19 en Asia, donde están la gran mayoría de monarquías absolutas (únicamente Suazilandia está en otro continente).

Pero así no podemos ver cuan democrática es una república o una monarquía, porque la jefatura del Estado no hace a un país más o menos demócrata: son sus leyes, sus jueces, sus políticos, las fuerzas del orden, los medios de comunicación, el bienestar social, la convivencia, la distribución de la riqueza, etc, lo que nos mide la calidad democrática.

Nosotros no encontramos ninguna lógica por la que un país cada cuatro años puede elegir a sus representantes, y en esa elección no se encuentre el jefe del estado. Esto si que podemos considerarlo anti democrático. La verdad es tozuda, y aunque sea incomoda no tiene discusión posible.

Sigamos con El País (de nunca jamás):
El sociólogo ha defendido que las Coronas traen prosperidad y que parte de la sociedad española tiene una “ideología tremendamente distorsionadora” sobre este sistema de gobierno. “Hay nueve monarquías en los 20 primeros países con más calidad democrática”, ha dicho Lamo de Espinosa, que se ha referido al índice de democracia de The Economist, en cuyos primeros puestos se encuentran monarquías parlamentarias como Noruega, Suecia, Dinamarca o Países Bajos. La prosperidad y la transparencia son otros de los valores asociados a esta forma de gobierno por el catedrático, que ha recordado que estos países también aparecen en las primeras posiciones del índice de desarrollo humano de la ONU y del índice de percepción de la corrupción elaborado por Transparencia Internacional. “Por desgracia en esto último no estamos entre los primeros”, ha dicho sobre España, que ocupa el puesto 36 de 167 países.
Entonces necesitamos a los reyes para que traigan prosperidad. Vale. Y nosotros nos preguntamos: ¿si el rey reina pero no gobierna, entonces, quién demonios es el que trae prosperidad?, ¿los gobernadores, o los reyes que más bien tienen un papel testimonial y a veces casi honorífico? Serían los EEUU más prósperos si en vez de un presidente contaran con un rey como jefe del Estado.

Más:
“La primera república fracasó estrepitosamente tras durar un año. Tuvo cuatro presidentes y uno que acabó diciendo: '¡Estoy hasta los cojones de todos nosotros!”, se ha referido Lamo de Espinosa al dirigente catalán Estanislao Figueras, que fue el primer presidente de la primera República. “La segunda tampoco salió bien, seguida por una guerra y una dictadura de 40 años después”, ha proseguido el catedrático, que ha defendido los “dos periodos de monarquía largos” como los mejores de la historia de España.
La primera República fracasó, ¿no fracasó antes la monarquía que dio paso a la primera República? La segunda no fracasó, fue abortada por el ascenso del nazismo y del fascismo en la Europa de los años 30. También hay que recordar que la II República llegó tras el estrepitoso fracaso de la monarquía de Alfonso XIII, la cual albergó una dictadura militar. ¿Son la panacea las monarquías? No no lo son, son anomalías fuera de su tiempo.

Por otro lado, es lógico que tras una Transición nada pacífica, y controlada por el franquismo -de ahí ese milagroso consenso-, el periodo de Juan Carlos I haya sido el mejor de la historia de España, también lo ha sido en el resto de Europa, solo que en el resto de Europa esa prosperidad llegó mucho más pronto.